Cuaresma es un tiempo especial para prestar atención a la Palabra.
La Palabra es llamada. Despierta y levanta. Si resuena en tus adentros serás seducido y te dejarás seducir. Serás su Profeta. La Palabra es luz. Brilla en los abismos. Alumbra, noche y día, tu camino. No necesitarás luz de lámpara, ni el fuego del sol, ni el resplandor de la luna. La Palabra es fuego. Una brasa en tu boca. Una hoguera en tus huesos y en tu corazón. Quema y purifica. Llama ardiente que no podrás ahogar. La Palabra es verdadera. Siempre juega limpio. No miente, no engaña, no confunde, no aturde. No dice las cosas a medias, ni calla por miedo. No dice blanco donde piensa negro. No es lujo, no es adorno; no es argumento ni palabrería. Siempre es de Dios y siempre del hombre. Siempre pronuncia la luz. Siempre es Buena Noticia. La Palabra es fiel. Pon en ella tu llanto y tu fracaso. Ata a ella tu verso y tu esperanza. Como baja la lluvia, empapa y fecunda la tierra, así la Palabra cumplirá su encargo.La Palabra es eterna. Más estable que el cielo. No lo olvides jamás. Que sea tu primera palabra y también la última. Di: «Aquí estoy para hacer tu voluntad». La Palabra es vida. Como el aire a cada instante. Como el pan de cada día. ¿A dónde iremos sin ella? Sólo al silencio. Sólo a la muerte.La Palabra ama la justicia. Levanta en sus manos la carne oprimida. Derriba cualquier cerco, rompe cualquier lazo, quiebra cualquier cepo. Pronúnciala, con hambre y sed, contra todas las injusticias. La Palabra corre veloz. Ponte en camino y corre tras ella. Pero, ante todo, déjate alcanzar. La Palabra es espada de doble filo. Divide y une. Hiere y sana. Lleva dentro la Cruz. ¡Abrázala! La Palabra es fecunda. En el desierto, un manantial. Soplo de vida en la carne seca. En la esclavitud, un canto de libertad. La Palabra es creadora. En su espacio se recrea el mundo. Mete en ella tu barro, tus ruinas, las grietas de tu existencia, la dureza del corazón. Mete también tus sueños, tu utopía. La Palabra está en tus labios y en tu corazón. Cómela, gústala, pronúnciala, cántala. No te canses de hablar. No te canses de callar. La Palabra se hizo carne. Carne que hiere la muerte, carne que sueña la vida. La Palabra dice «te amo» a todo el hombre. Haz silencio. Abre el corazón. Alégrate. La Palabra es Dios. Y «quien a Dios tiene nada le falta; sólo Dios basta».
Domingo Martín Olmo
«En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así: «Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno.» Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.»»(Mateo 6, 7-15).
PROPÓSITO DEL DÍA:
Reza el Padre Nuestro desde el corazón. Detente en cada frase y hazla nueva en ti.… REZA
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