No puedo continuar de otra manera que no sea recordando a dos personas muy especiales que no solo marcaron mi vida, sino que también fueron determinantes para convertirme en la persona que soy actualmente. Me enseñaron a querer al Cristo de los Remedios y a entender lo que supone formar parte de esta Hermandad. Ya no están junto a mí, pero sé que me siguen mirando con el mismo amor con el que lo hicieron toda su vida. Mi madre, Manuela Díaz Muñoz y mi tío Pepe. Ambos nacieron y crecieron en San Sebastián de los Reyes, el pueblo que también me vio crecer y donde aprendí a rezar en su Parroquia de San Sebastián Mártir. Me he arrodillado delante del Cristo, le he llorado y le he dado las gracias. He celebrado y me he despedido bajo sus muros. Una parroquia que siempre me mantendrá unido a las personas más importantes de mi vida, porque de eso trata una Hermandad precisamente, de querernos unos a otros como hermanos.

Este nuevo comienzo lo afrontamos cargados de esperanza e ilusión. Con la mirada puesta en Dios, para que nos ilumine el camino y podamos continuar el legado de los que nos precedieron con todo el amor que Jesús nos enseña.

Quiero felicitar a la nueva corporación municipal y esperar que nuestro Cristo los ayude y guíe para hacer lo mejor para nuestro pueblo.

Muchas gracias a todos los hermanos por vuestra confianza en nosotros, por estar siempre dispuestos a ofrecer vuestras manos para lo que haga falta.